INVERTIR PARA VIVIR (Y NO VIVIR PARA PAGAR) EL GIRO DEL MERCADO INMOBILIARIO por Rodrigo Barrientos

INVERTIR PARA VIVIR (Y NO VIVIR PARA PAGAR) EL GIRO DEL MERCADO INMOBILIARIO por Rodrigo Barrientos

La inversión inmobiliaria en Chile está atravesando un cambio de paradigma. Durante años, la narrativa dominante fue la de alcanzar la casa propia como principal objetivo financiero. Sin embargo, tras un ciclo prolongado de tasas de interés altas que restringieron el acceso al crédito, hoy se abren nuevas oportunidades para quienes están dispuestos a mirar más allá de ese modelo tradicional.

Actualmente, con tasas hipotecarias que comienzan a estabilizarse,  la inversión inmobiliaria estratégica vuelve a tomar fuerza, especialmente aquella que considera el arriendo como vehículo de generación de ingresos. Ya no se trata de “atarse” a una deuda por 30 años, sino de usar las herramientas disponibles para construir libertad financiera.

Una de las estrategias más dinámicas y rentables del momento es el arriendo de corto plazo, a través de plataformas como Airbnb. Un departamento bien ubicado y bien gestionado puede generar retornos entre un 8% y un 12% anual, superando con creces el arriendo tradicional. En mi experiencia, por ejemplo, 7 de los 17 departamentos que tengo están bajo esta modalidad, y en varios casos, generan entre $300.000 y $500.000 mensuales por sobre el dividendo.

Zonas como Santiago Centro, Providencia, Ñuñoa, y comunas turísticas como Valparaíso, Viña del Mar y Pucón, concentran gran parte del interés de inversionistas que buscan rentabilidad inmediata. Lo clave está en identificar bien los proyectos: buena conectividad, baja vacancia y posibilidad de arriendos flexibles.

En este nuevo escenario, ha surgido un nuevo perfil de inversionista: el multi-inversionista. Jóvenes profesionales que, lejos de esperar a comprar su primera vivienda para habitarla, construyen patrimonio invirtiendo de forma planificada, utilizando herramientas como el múlticrédito, la reinversión y la tecnología. Desde Gen Proactivo, comunidad pionera en este enfoque, hemos visto cómo personas con ingresos medios han logrado armar portafolios de tres o cuatro propiedades antes de los 40 años.

El mercado está cambiando, y quienes entiendan este nuevo ciclo tendrán una ventaja importante. No se trata de especular con tasas. Siempre habrá espacio para refinanciar. Lo que no siempre hay es acceso a buenas oportunidades. Por eso, el segundo semestre de 2025 será decisivo para anticiparse al próximo repunte del mercado.

En tiempos de incertidumbre, la educación financiera y la acción estratégica marcan la diferencia. Porque hoy, invertir ya no es solo para millonarios: es para quienes deciden cambiar el chip y empezar a construir la vida que quieren, propiedad por propiedad.

Rodrigo Barrientos - Experto inmobiliario

(Fuente: diariotalca.cl)


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¿Chile, un país de arrendatarios?

¿Chile, un país de arrendatarios?
¿Chile, un país de arrendatarios?

Columna de Opinión
¿Chile, un país de arrendatarios?

Suena a una pregunta donde solíamos aspirar a alguna elección, pero no queda del todo claro que esa sea la tendencia en el futuro, tanto para compradores, constructores, inmobiliarias, mundo financiero e inversionistas. Simplemente el sistema está mutando y esta nueva tendencia apunta a que nos convertiremos en un país de arrendatarios.

Los datos lo confirman: desde la oferta, no tenemos un superávit de viviendas, ni un mercado inmobiliario que atraviese un boom particular en construcción. La quiebra de constructoras ha sido la tónica desde el inicio de la pandemia. El horizonte no se ve precisamente de color azul. Este es un problema no menor, si no tenemos quienes construyan, menos disminuirá el déficit. El nivel de judicialización de las construcciones y proyectos tampoco ayuda.

En la otra vereda, desde la demanda, hay varios ejes del ecosistema que se han restringido. La banca presta un menor porcentaje de financiamiento a menor cantidad de años, con mayores tasas. Hace décadas que estamos en una espiral de precios que no paran de subir.

Pero con la excepción de algunas crisis como la mexicana o la subprime, las tasas de interés iban a la baja, lo que compensaba la subida de precios; en el escenario actual es imposible que los precios bajen en el corto plazo.

Desde el Estado, no se ve una intervención que haga creer que tendremos un cambio de tendencia, sea en el stock, costo de propiedades, valor del suelo o en mejoras en las posibilidades de compra. Es más, la ley 21.461 introduce modificaciones que buscan proteger al arrendador y hacer más expedita la devolución de los bienes en caso de no pago. Esto es sin dudas un incentivo a los inversionistas ya que genera certezas para la devolución de sus bienes, en caso del incumplimiento de pago de la renta.

Hoy vivimos en un país de propietarios. Hay más 6 millones de roles de propiedad, es decir la suma de todos los bienes inmuebles (casa, bodega, terreno o departamento): 73,4% de esas propiedades, son el único bien de una persona. Sólo un 26,6 % tiene dos o más bienes habitacionales (que se podrían considerar como una vivienda principal y una segunda vivienda). Para gran parte de ese 73,4% la casa propia es su gran fuente de ahorros.

También llama la atención que, del primer gran porcentaje de propietarios de una única propiedad, el 55,6 % son mujeres; pero si llevamos el tema género a quienes están en el 2.5 % de inversionistas (seis o más), ese universo promedio baja a un 38.2% en el caso del sexo femenino. Estamos hablando de 1.000.000 de personas que tienen este status.

La bonanza de los últimos 30 años, que tenía al país hablando a fines del gobierno de Ricardo Lagos de erradicar los campamentos, claramente no representa la realidad actual. La Fundación TECHO-Chile, en su catastro Nacional de Campamentos 2022-2023, señala que en el país existen 1.290 campamentos, con 113.887 hogares viviendo en ellos.

El ecosistema inmobiliario descrito anteriormente no genera un espacio para creer que el pasado sea un predictor del futuro. Pero creo que hay un claro cambio de tendencia y el sueño de la vivienda propia, al parecer, será cada vez más difícil de conquistar. Cuesta imaginar que dejar esto a la deriva sea la solución, pero por el camino que vamos la casa propia parece que será algo inalcanzable para la gran mayoría.

(Fuente: DFMAS -Dfmas.df.cl)


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